martes, 2 de febrero de 2010

Café cortado : 1,20 euros.

Ahora que estoy en paro tengo que maximizar el dinero, por lo que me tomo un cortado en una cafetería y aprovecho para leerme tres periódicos y estar al día. Saber qué es lo que pasa en el mundo real es necesario para no tener la sensación de que, sin la atadura del trabajo, uno se aleja de la realidad como un astronauta despedido de su nave espacial.

La manera más efectiva de seguir siendo parte de la realidad es detenerse en el titular de portada del As, “El Madrid del Tiqui-Taca convence a Pellegrini”, y memorizarlo, que el día es largo y no se sabe si echar mano de la frase puede ser útil. Un buen titular te pega bien los pies al suelo y, como si se tratara de evitar que un huracán me arrastrara por los aires, me lleno los bolsillos de otras frases también densas : “Movimiento en Facebook por un Madrid-Barça pro Haití”, “Granero-Xabi-Guti es la media que se impone”, ”Amorrotu renueva para asumir el cargo de Pitarch”, ”Mitiga volvió a entrenarse y es duda ante el Depor”, ”Ferrari asombra son su difusor y su bajo consumo” y “La CBS registrará pérdidas por los JOO de Vancouver”

En mi estrenada situación de parado también noto que he perdido cierta densidad, como si pesara menos y algunas cosas de la realidad me traspasaran: desde la mirada y las frases de los demás a mi propia autoestima. Obligarme a esta lectura de periódicos es beneficioso para seguir siendo compacto y poder estrechar mano con fuerza en una entrevista de trabajo. Temo llegar a alguna borroso, como un programa mal sintonizado, y que el entrevistador tenga que tenderme la mano varias veces para sentir que agarra algo.

-Cosas de la disolución de la materia.
-No se preocupe, aquí llegan candidatos de todas las consistencias.

La mezcla del cortado y de los periódicos me sienta bien. Disimuladamente le doy patadas a la mesa para probar mi solidez y compruebo con satisfacción que el pie me duele. Detrás de mí, una mujer habla de unos solares en la zona en los que se van a construir varios bloques. Escucho bien porque ahora todo es aprovechable. Utiliza palabras elegantes, como ergonómico, que me guardo doblada en un bolsillo porque me parece curiosa y práctica, para romper el hielo en alguna recepción en un palco del Madrid.

Estoy aquí sentado no sólo para ser un elemento más de la realidad y fortalecer mi densidad, sino para agruparme. Hasta hace unos días, cada vez que pasaba con el coche por delante de esta cafetería después de dejar a los enanos en el cole, me imaginaba cómo sería el mundo visto desde el sitio en el que ahora mismo estoy. Me iba a trabajar menos entero porque uno no debe quedarse en los lugares : muchos creen que vuelven completos de Florencia pero algo de ellos todavía sigue por sus calles, mirando la luz de las grandes ventanas alrededor del Duomo cuando empieza a atardecer. Yo, ahora que ya no importa, reconozco que tampoco iba muy íntegro a trabajar. En este momento estoy donde me imaginaba y el que me falta es el que se cree que las cosas no han cambiado y sigue en le coche por la M-40 hacia el trabajo escuchando “Hoy empieza todo”. Es cuestión de leer algún titular más e ir levantando la cabeza de vez en cuando.

Unos minutos más tarde me veo entrar por la puerta y mirarme. Una de esas paradojas de las de andar por casa a las que no prestamos atención.

-Ya has llegado - me digo.
-¿Eso que suena es Kiss FM? - me pregunto
-Sí. Ya ves.
-No me lo imaginaba así.

Y me veo un poco desorientado, así que me invito a sentarme conmigo y me pido otro cortado.

-Es extraña esta sensación - me digo.
-No te preocupes. Empieza a leer titulares de todo como si en ello te fuera la vida. Toma, empieza por El Mundo.
-Prefiero el As.

No es cuestión de empezar a discutir conmigo mismo, así que me doy el As.

-Gracias.
-Dicen que no contemplan un Liverpool sin Benítez.
-¿Me lo leo todo?
-Cuanto más mejor, como si estuvieras muerto de hambre en el banquete de bodas de un desconocido.

Y ahí nos quedamos los dos. Leo en el mundo que Aznar dice que nos encontramos ya en la segunda división y que España tendrá problemas para pagar su deuda. Son frases tan compactas y pesadas que con tres se me llenan los bolsillos. Me dedico entonces a leer en El País el último artículo de Tomás Eloy Martínez y otro de Juan Goytisolo sobre nuestras tropas en Afganistán.

-Vaya música. Me gustaba más “Hoy empieza todo” - me digo levantando la vista del As.
-Ya, no te distraigas. Levanta titulares como si fueran pesas. Son buenos para los músculos.

Me gusta el sonido de la máquina de café al calentar la leche, las conversaciones de tres mujeres en la mesa del fondo, el vaho que sale de la boca de un perro que pasa por la calle, el brillo del sol en las campanas de cristal que cubren las tartas.

-Ya está. Periódico terminado.
-Una prueba. ¿Quién ha vuelto al Santos después de fracasar en Europa?
-Robinho.
-Perfecto. Ya nos podemos ir.
-Sí, porque eso que suena de fondo es Alejandro Sanz.

Al salir por la puerta, los dos nos convertimos en uno.

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