sábado, 14 de junio de 2008

Litro de diesel : 1,303


Estoy en una gasolinera de Carrefour rellenando el depósito del coche por temor a que las gasolineras tengan problemas de suministro por la anunciada huelga de transportistas. Veo que comparto el mismo temor con todos los que, como yo, hacen cola esta tarde de domingo.

Dice nuestro Presidente que no hay que ser pesimistas respecto a la situación económica y yo decido seguir su consejo y no fijarme en el precio del litro de Diesel : 1,303 euros. Ser pesimista es ver cómo va subiendo el importe conforme se llena el depósito y me veo siguiendo esa senda cuando reacciono y me obligo a ver la parte optimista, que tiene que haberla, que el Presidente la ha visto y sólo es cuestión de esforzarse.

Y me esfuerzo en esforzarme, ahí me tienen, con los ojos cerrados y centrado en mis sentidos. Y la señal que busco me llega a través del tacto. Noto en la manguera el débil latido del gasóleo al ser bombeado y me digo que por ahí circula la Historia. Así, con mayúsculas, que cuando se tiene una revelación debe ser con mayúsculas porque si no se queda en mera ocurrencia de sobremesa de pacharán.

¡La Historia! Unos la buscan subiendo al Himalaya disfrazados de Piolín y yo me la encuentro un domingo por la tarde en una gasolinera de Carrefour (que debe ser al mundo de la gasolina lo que la mortadela al embutido). Abro los ojos y veo que un equipo de televisión está entrevistando a un hombre con chándal que está echando gasolina a un coche de cuando en la televisión la carta de ajuste era en blanco y negro. Le estarán preguntando :

-¿Y usted es optimista o pesimista?

Y yo sé la respuesta, tan alejada de la pregunta como la solución a un acertijo Zen. ¡La Historia! ¡La Historia!. Campos de petróleo, dinosaurios, cotizaciones, PIB, OPEP, alianzas, Venezuela, Jet en Marbella, guerras, anuncios de si te gusta conducir, el hombre del taller que mueve la cabeza en silencio al comentarle lo del ruidito del motor, el triángulo en el maletero, el placer de conducir, la huelga de los parquímetros, la guerra, la figurita de Elvis moviendo la cabeza en el espejo, los rodillos que frotan los laterales del coche en el autolavado y el litro de diesel a 1,303.

Dentro de unos años les podré contar a mis nietos lo de aquella vez que pagué el litro de diesel a 1,303. Tendré que utilizar un traductor porque es probable que para entonces ya no hablemos el mismo idioma y la frase se quede en algo como :

-Ltr Dsl 1303/08

Es un momento pleno de sentido el que experimento esta tarde de domingo. Hasta la realidad parece ir más despacio (menos la cantidad que voy a tener que pagar, que aumenta muy deprisa, pero eso es lo de menos). Me sumerjo en esa revelación y en ella me voy a pagar, en ella vuelvo al coche y veo cómo el hombre del chándal se marcha en en suyo y los de la televisión recogen su equipo.

Pero la Historia es un poco puta y al rato la mayúscula me abandona. Descubro que en la gasolinera de enfrente el litro está a 1,319. Eso me pasa por querer ahorrarme unos céntimos en Carrefour. Ahí es donde estaba la Historia de verdad, la que habría durado un poco más.

Pongo la radio y suena Amaral.

No hay comentarios: