martes, 28 de agosto de 2007

3 kilos de naranjas (21 naranjas) : 4,59 euros.

Debo ser de los pocos que todavía siguen haciendo zumo de naranja por la mañana. Según un informe de la FAO, en doce años el consumo por cápita de naranjas frescas en la Comunidad Europea se ha reducido de 13 al 9,7 kg. frente a los 30 Kg de naranja procesada, cifra que dobla la cantidad de partida.

Hay que ser un poco romántico para estar a las siete de la mañana con las naranjas listas, el exprimidor preparado y la voz de Pilar Arzak dando los buenos días en “Peligrosamente juntas”, de RNE3. Lo más práctico sería abrir la nevera y llenar los dos vasos con algún zumo preparado y ahorrase tiempo, pero empiezo a desconfiar de todos atajos que se usan para ganar tiempo porque son a al realidad lo que un viaje en metro a una ciudad : llegas antes pero no has visto nada, y a mí me encanta andar.

Así que no puedo quejarme de los diez minutos menos de sueño que me cuestan los zumos. Sí que me quejo cuando al sacar las naranjas de su bolsa las noto pequeñas duras y al abrirlas con el cuchillo me encuentro con una pulpa amarilla. La marca sigue siendo la misma, pero la naranja, no. Vuelvo a leer la etiqueta, donde todo queda claro :

-Producto : Naranja / Variedad : Valencia Late / Origen : Argentina.

En el supermercado se vendían otras naranjas, de Sudáfrica, pero en el cartel de éstas , de la empresa Joytom, aparecía bien clara la palabra Valencia como referencia. Una manera como cualquier otra de engañar el comprador con prisas. No es que tenga algo en contra de las naranjas de Argentina o de Sudáfrica en estos tiempos en los que pides una fabada en Asturias y te la sirven de lata, con su trozo cuadrado de tocino para que no quede dudas. Sí que sospecho del viaje en barco y de lo que le hagan a las naranjas para que no se mareen, no se golpeen y conserven el humor y la buena cara al llegar a puerto. Algo debe pasarles a las pobres para que estén tan duras y en unos pocos días en la cocina empiecen a perder el brillo y a arrugarse rápidamente como señoras de Marbella que no hubieran pasado por la clínica para seguir el tratamiento de cirugía. En la etiqueta, con letra mucho más pequeña, se muestra qué les han aplicado : Imazalil, Tiabendazol, Ortofenilfenol y ceras E903 Y E 904.

Sé que es culpa mía el no respetar los meses de Julio, Agosto y Septiembre y pretender seguir comprando naranjas cuando la temporada, como la Liga, ha echado el cierre. Bastaría con despedirse del zumo cuando, por poner un ejemplo, el Madrid gana la Liga y reiniciar el rito cuando llega el momento de memorizar todos los fichajes que el Madrid, por seguir con el mismo ejemplo, ha hecho durante el verano. Como en la ciudad lo único que parece de temporada es la ropa, mi obstinación con el zumo me obliga a comprar esta bolsa de naranjas : veintiuna naranjas, tres kilos, por 4,59 euros.

En la radio, Pilar Arzak presenta el primer tema de esta mañana. Necesito siete naranjas para hacer el zumo y hoy voy tarde…¿Y Drenthe? ¿Cuál era el dorsal de Drenthe?.